Isaías es el profeta que durante los tiempos difíciles del exilio del pueblo elegido, se consolaba y esperanza. En la segunda parte de su libro, en los capítulos 40 a 55 (Libro de la Consolación), anuncia el lanzamiento habla de un nuevo éxodo glorioso y la creación de una nueva Jerusalén, reviviendo así los exiliados.
Los principales pasajes de este libro son proclamadas durante el tiempo de Adviento en el perenne mensaje de esperanza a los hombres de todos los tiempos. El que en el capítulo 7 de su libro, anuncia la venida del Señor
Juan el Bautista
Es el último de los profetas y de acuerdo con Jesús, "más que un profeta", "el más grande entre los nacidos de mujer," el mensajero que llegó delante de él para preparar sus caminos, anunciando su venida ( Lucas 7: 26-28), predicando a la gente a la conversión por el conocimiento de la salvación y el perdón de los pecados (Lucas 1, 76s).
La figura de Juan el Bautista para ser el precursor del Señor, y muestra cómo la presencia ya establecida entre el pueblo, encarna todo el espíritu del Adviento. Por lo tanto, ocupa un gran espacio en la liturgia ese tiempo, especialmente en el segundo y tercer domingo.
Juan el Bautista es el modelo de la que están consagrados a Dios y que, en el mundo actual, también están llamados a ser profetas y profetisas del reino, voces en el desierto y la ruta que señala el Señor, lo que permite la propia vida, el crecimiento de Jesús y la disminución de sí mismo, lo que lleva a los hombres a su vez a despertar del letargo del pecado.
Jose
San José con Cristo en sus brazos
En los textos bíblicos de Adviento, se encuentra José , esposo de María, hombre justo y humilde que acepta la misión de ser el padre adoptivo de Jesús. Para ser de la simiente de David, y el padre legal de Jesús, José tiene un lugar especial en la encarnación, lo que en Jesús, el título mesiánico "hijo de David".
José es justo debido a su fe, la fe de la modelo que quieren entrar en diálogo y comunión con Dios.